El término de enfermedad hepática del hígado graso no alcohólico es un término genérico para múltiples afecciones hepáticas que afectan a las personas independientemente si beben o no alcohol. La principal característica de la enfermedad hepática del hígado graso no alcohólico es una gran acumulación de grasa en las células del hígado (esteatosis).
La esteatosis hepática o hígado graso, es una forma potencialmente grave de la enfermedad, se caracteriza por la inflamación del hígado que puede avanzar hacia la cicatrización y el daño irreversible. Este daño es muy similar al causado por el alcohol. La esteatosis hepática puede avanzar hacia la cirrosis y cáncer de hígado.
Esta enfermedad cada vez es más frecuente, ocurre en todos los grupos de edad, especialmente en las personas entre 40 y 59 años que tiene riesgo de enfermedad del corazón debido a factores como la obesidad y diabetes tipo 2. También el síndrome metabólico, la grasa abdominal o visceral, la presión alta y los niveles altos de triglicéridos están asociados.
¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS?
Generalmente no presenta signos y síntomas. Cuando lo hace, estos pueden incluir:
Agrandamiento del hígado
Fatiga
Dolor en la zona superior derecha del abdomen
Los posibles signos y síntomas de la esteatosis hepática no alcohólica y de la cirrosis (cicatrización avanzada) incluyen:
Hinchazón abdominal (ascitis)
Vasos sanguíneos dilatados justo debajo de la superficie de la piel
Agrandamiento del pecho en los hombres
Bazo dilatado (aumentado de tamaño)
Palma de las manos rojas
Color amarillo en la piel y en os ojos (ictericia)
¿CUÁNDO CONSULTAR AL MÉDICO?
Pide una consulta con tu médico si tienes signos y síntomas persistentes.
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS?
Los expertos no saben exactamente el por qué de la enfermedad. Tanto el hígado graso no alcohólico como la esteatosis hepática no alcohólica están relacionados con los siguientes factores:
Sobrepeso u obesidad
Resistencia a la insulina
Un nivel elevado de azúcar (hiperglicemia) que indica diabetes tipo 2.
Niveles altos de grasas en la sangre, en particular triglicéridos.
Estos problemas de salud combinados parecen estimular el depósito de grasa en el hígado. Para algunas personas, este exceso de grasa actúa como una toxina en las células del hígado, lo que produce inflamación del hígado y esteatosis hepática no alcohólica que provocan la acumulación de tejido cicatricial (fibrosis) en el hígado.
¿CUÁLES SON LOS FACTORES DE RIESGO?
Una amplia variedad de enfermedades y afecciones pueden aumentar el riesgo de padecer la enfermedad estas incluyen: niveles de colesterol alto, niveles altos de triglicéridos, síndrome metabólico, obesidad (especialmente cuando la grasa se concentra en el abdomen), síndrome de ovario poliquístico, apnea del sueño, diabetes tipo 2, hormonas tiroideas bajas (hipotiroidismo), glándula hipófisis hipoactiva (hipopituitarismo).
La esteatosis hepática no alcohólica es más probable que sea desarrollada por estos grupos de personas:
Personas mayores
Personas con diabetes
Personas con grasa corporal concentrada en el abdomen
¿CUÁLES SON LAS COMPLICACIONES?
La principal complicación de la enfermedad hepática del hígado graso no alcohólico y de la esteatosis hepática no alcohólica es la cirrosis, que es la cicatrización en etapa terminal (fibrosis) del hígado. La cirrosis se produce en respuesta al daño hepático. Mientras el hígado trata de detener la inflamación, produce áreas de cicatrización (fibrosis). Con una inflamación continua, la fibrosis se expande para apropiarse de cada vez más tejido hepático. Si el proceso no se detiene, la cirrosis puede producir:
Acumulación de líquido en el abdomen (ascitis)
Hinchazón de las venas del esófago (várices esofágicas) que pueden romperse y sangrar.
Desorientación, somnolencia y balbuceo (encefalopatía hepática)
Cáncer de hígado
Insuficiencia hepática en etapa terminal que significa que el hígado ha dejado de funcionar.
Alrededor del 20% de las personas con esteatosis hepática desarrollan cirrosis.
¿CÓMO SE PREVIENE?
Para reducir el riesgo de la enfermedad hepática del hígado graso no alcohólico:
Optar por una dieta saludable. Elige una dieta saludable, rica en frutas, vegetales, granos integrales y grasas saludables.
Mantén un peso saludable. Si tienes sobrepeso u obesidad, reduce la cantidad de calorías dependientes del azúcar que consumes a diario y aumenta la cantidad de ejercicios. Si ya tiene un peso saludable, trabaja para mantenerlo a través de una dieta saludable y ejercicios.
Haz ejercicio. La mayoría de los días de la semana. Si no has estado activo primero pide al médico que te dé su aprobación.
¿CÓMO SE DIAGNOSTÍCA?
Debido a que la enfermedad no causa síntomas en la mayoría de los casos, generalmente se detecta cuando se realizan pruebas por otras razones que indican un problema en el hígado. Esto puede suceder si el hígado tiene una apariencia anormal en un ultrasonido o si tienes un análisis de enzimas del hígado con resultados anormales.
Las pruebas que se realizan para intentar identificar el diagnóstico y determinar la gravedad de la enfermedad incluyen lo siguiente:
Hemograma completo
Análisis de función hepática y de enzimas hepáticas
Análisis para detectar hepatitis viral crónica (Hepatitis A, B y C)
Análisis para detección de enfermedad celíaca
Examen de glucosa en ayuno
Hemogloina glicosilada (HBA1c)
Perfil lipídico que mide las grasas en la sangre, como el colesterol y los triglicéridos.
También hay estudios de imágenes que se usan para diagnosticar la enfermedad:
Ultrasonido de hígado
Tomografía computarizada o resonancia magnética de abdomen
Elastografía de transición, que es una forma mejorada de ultrasonido para medir la rigidez del hígado
Elastografía por resonancia magnética
Examen de tejido hepático (Biopsia)
Si existen dudas en el diagnóstico o las pruebas antes mencionadas sugieren un proceso avanzado y progresivo de la enfermedad, tu médico puede recomendar un procedimiento para extraer una muestra de tejido del hígado (biopsia hepática). La muestra de tejido es examinada en un laboratorio para detectar signos de inflamación y cicatrización.
¿CUÁL ES EL TRATAMIENTO?
La primera línea de tratamiento es generalmente perder peso a través de una combinación de dieta saludable y ejercicios. Perder peso se dirige a las afecciones que contribuyen para la enfermedad hepática: una pérdida del 10% del peso corporal es ideal. Los procedimientos de endoscopia y las cirugías para perder peso son opciones que ayudan a esta perdida controlada del peso.
El médico podrá indicar vacunas que debes recibir contra la hepatitis A y la B para ayudar a protegerte de los virus que pueden causar más daño al hígado.
Para aquellos que tiene cirrosis debido a la esteatosis hepática no alcohólica, el trasplante del hígado puede ser una opción. Los resultados del trasplante de hígado en este grupo de población son generalmente buenos.
Esta enfermedad esta fuertemente asociada o otra enfermedad conocida como SÍNDROME METABOLICO que incluye padecimientos como obesidad, diabetes tipo 2, dislipidemias (colesterol y triglicéridos elevados), hipertensión arterial por lo tanto es necesario tratar cada uno de estas enfermedades relacionadas.
Los medicamentos utilizados para la enfermedad hepática del hígado graso no alcohólico son muy específicos y dependen de muchas variables por lo tanto requieren de la indicación de tu médico y el seguimiento de la enfermedad. Entre estos medicamentos podemos mencionar:
Medicamentos para controlar la diabetes (metformina o tioglitasona)
Medicamentos para el colesterol (estatinas)
Medicamentos para los triglicéridos (Fibratos o ácidos grados omega tres)
Medicamentos antioxidantes (Vitamina E o vitamina C)
Otros medicamentos (Silimarina)
PREPARACIÓN PARA LA CONSULTA
¿QUÉ PUEDES HACER?
Ten en cuenta cualquier restricción previa a la consulta. Cuando programes la cita, asegúrate de preguntar si hay algo que deces hacer con anticipación.
Toma nota de cualquier síntoma que tengas, incluso los que pueden parecer no tener relación con el motivo por el cual programaste la consulta.
Haz una lista de todos los medicamentos, vitaminas o suplementos que tomes.
Lleva cualquier expediente médico relevante, como los resultados de cualquier prueba que te hayas realizado en relación con tu afección actual.
Anota preguntas para hacerle a tu médico.
¿La grasa en mi hígado está afectando mi salud?
¿Mi enfermedad hepática puede convertirse en una forma más grave?
¿Cuáles son mis opciones de tratamiento?
¿Qué puedo hacer para mantener el hígado saludable?
Tengo otras afecciones de salud. ¿Cuál es la mejor manera de controlarlos de manera conjunta?
¿Tengo que programar una visita de seguimiento?
Preguntas que te puede hacer el médico:
¿Has tenido algún síntoma, como coloración amarilla de los ojos o de la piel, dolor o hinchazón del abdomen?
Si te hiciste pruebas en ese momento, ¿Cuáles fueron los resultados?
¿Consumes alcohol?
¿Qué medicamentos tomas, incluidos los medicamentos de venta libre y los suplementos?
¿Alguna vez te han diagnosticado hepatitis?
¿Hay otras personas de tu familia que tengan enfermedad hepática?
Comments